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Elementos previos a la cultura. El acto como potencia y hecho, que se reviste de forma física, dando lugar a la actividad y su desarrollo. Vladimir Brontis En este punto, el hombre siempre realiza actividades que le son propias, y constituyen su humanidad. El desarrollo de éstas, su sustento y enriquecimiento, van consolidando una plataforma que puede entenderse como la cultura. El hombre se moviliza, tiene movimiento en la naturaleza, al igual que los animales. Aparte de movilidad, y necesidades básicas, tiene intereses y se hace interrogantes, que vienen de una capacidad interior. Tiene un raciocinio que lo lleva a una organización. Los movimientos cobran sentido a través de estas pautas. El acto, es un conjunto o desarrollo de movimientos, a la vez que una situación potencial anterior, preexistente. Un impulso básico, o una lógica o pensamiento, constituyen su origen, habiendo actos racionales, o irracionales. El acto, y los objetos que resultan de éste, concierne al ente y al ser; es necesario referirse más allá de la explicación como fenómeno, o consecuencia de esto o aquello (el tema no se agota en distinguir el mero objeto o resultante de condiciones que lo determinan). El acto de un hombre puede tener una potencia que va más allá de éste. Que lo trasciende. Y la cultura es una forma de trascendencia. El acto se define como la realidad del ser. La potencialidad, y también su desarrollo, su corporeización, o entrada en lo físico, que es la manifestación, donde se puede intentar comprender algo de su origen, reflejo, como profundo. Se presentan predisposiciones de sobrevivencia, de costumbre, de convivencia, etc. Y se presenta un sentido espiritual y social, cuando alcanza profundidad. Tiene un componente innato, y un componente de inteligencia, o superior. Se presenta en este punto la forma en que se lleva a cabo un acto, incluso innato. Un hombre tiene necesidades básicas, de sobrevivencia, pero, de acuerdo a costumbres, las cumple rodeándose de aspectos de su cultura. En cierta medida pueden ser superfluos, pero responden a un componente social. Se puede cumplir en forma agreste, pero aún así, si hay inteligencia, este acto cobra denominación, y se rodeará de formas específicas, ya sean pragmáticas, simbólicas, o de cualquier otro orden. Es complicado en este punto pensar que se pueda llevar una vida entera agreste, sin modificar, ni crear nada físico que envuelva al acto. La cultura y sus manifestaciones son parte inherente al hombre; otros animales actúan sobre el medio, pero realizan arquitecturas de simple mantenimiento de la especie. Se realizan refugios, o guaridas, pero por predisposición genética, como parte de su constitución física, sin exponer pensamientos nuevos, ni espiritualidad. Es el hombre, como ser provisto de cualidades interiores, de inteligencia, de espíritu, el que ha modificado el entorno, tanto con los hechos físicos, como con la crítica y fundamento, tanto previa como posterior (potencialidad de la manifestación). |
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